sábado, 27 de septiembre de 2008

Pequeñas Diferencias Vol.1

Ya he escrito por aquí en varias ocasiones, que en su día trabajaba en una oficina bastante grande y, hoy por hoy, lo hago en una tan pequeña como un salón.
Las diferencias entre ambas son muchas y variadas, a si que hoy pasaré a relataros algunas de mis experiencias vividas comparando ambas, y en previsión de que me sucederán muchas más historias, paso a relataros el primer volumen de Pequeñas diferencias.


- Open Office. No, no me refiero al programita de sw libre. En mi anterior empresa (de cuyo nombre no quiero acordarme) teníamos lo que supongo que habrá en todas, una tarjetita con la que accedes o algo por el estilo, tarjetitas que por cierto nadie devuelve jajaja. Por muy pronto que llegues la puerta esta abierta y siempre suele haber algún corbata por ahí haciendo el canelo.

Pues bien, cuantos de vosotros tenéis la llave de la oficina?? Si, suena bizarro que un recién llegado tenga la llave de la oficina, pues así es. Es más, para más cachondeo, llevo un llavero de Pringles (a las cuales fui adicto) que brilla si te llaman al móvil, con su correspondiente cáncer debido a dios-sabe-que-ondas-radioactivas.


- Yo me lo guiso... El tema limpieza también tiene su aquel. La limpieza en grandes oficinas va de la mano de las señoras de la limpieza. Estas normalmente ordenan tus papeles desordenados, y desordenan los que estabas lindamente colocados. Sabes que la señora ha hecho su trabajo porque según vas llegando a la mesa, empieza a llegar un tufo a producto de limpieza bestial, con la consiguiente mueca de "uuuuoooggggh a que huele aquíííííííí????".

En nuestra oficina "limpiamos" los que estamos por aquí. Y digo "limpiamos" porque limpieza seria que yo recuerde hemos hecho una. La imagen de tres tipos, bastante bien vestidos aquel día (el adjetivo bastante es debido a que yo iba hecho un guarro, como siempre), barriendo y fregando, limpiando la mesa con productos corrosivos, y aquí quien os escribe, por los pasillos del edificio portando un cubo con agua sucia, fue desde luego, digna de ser un video del Youtube.


- Yo me lo como... En una oficina grande suele haber un departamento encargado de temas de HW y de traerte ordenadores, son comúnmente llamados masillas, o masillas absolutos. Tu no te encargas más que de llamarlos y que ellos realicen su trabajo.

Yo como tengo la llave, pues ya me tomo "licencias" como son dar el aire acondicionado, abrir/cerrar puertas, hacer el cambio de cinta de seguridad... Y ya el otro día me paso algo ultra bizarro, nos tenían que traer un paquete a la oficina, y el tipo del reparto me dice que si le puedo echar una mano, a si que ya nos tienes a los dos descargando la caja del camión. Y el tema del teléfono ya es increíble, debo haber cogido como unas 20 llamadas de Securitas Direct ofreciendo alguna mega oferta, que la chica del teléfono y yo ya empezamos a ser íntimos.


Bueno, de momento esta bien, me reservo alguna cosilla más para el volumen 2.


Voy a seguir limpiando el monitor...

jueves, 11 de septiembre de 2008

Ofimusic

Para gustos los colores, y también la música desde luego.

En la oficina hay dos vertientes... la música de ambiente, y la música que se pone cada uno en su mesa.

La música de ambiente suele ser una maldita grabación con unas cuantas canciones, normalmente música clásica, que se repiten una y otra vez. Debe ser para que las ovejitas estén tranquilas y hagan su trabajo. Yo siempre lo he odiado, me recuerda la sala de espera de mi dentista, solo me trae recuerdos de dolor y espanto... vaya! como la propia oficina!!!
En mi anterior curro, en las oficinas antiguas tenían puesto jazz, suave y a buen volumen. Me hacía mucha gracia cuando de repente aparecía la voz del segurata con su ya mítica frase... "La policía se encuentra en los aledaños del edificio haciendo su trabajo" jajajajaja, me moría de la risa por muchas veces que la oyera. Parece como que venían los SWAT a hacer arrestos o algo por el estilo, y tan solo lo que hacían era poner multas a los coches mal aparcados, con lo que de vez en cuando veías nerviosismo y alguna carrera.
Recuerdo mi primer día de trabajo, llegue súper pronto, como unos 25 minutos antes de la "hora oficial", no había ni segurata ni recepcionista en la entrada, el edificio estaba oscuro y de música de fondo nada más y nada menos que Máxima FM a toda pastilla. Deliciosa música machaca a todo volumen, amenizada con llamadas de algún que otro chaval o chavala contando sus aventuras con las pastillas y los coches tuneados del fin de semana anterior. Y allí estaba yo, acojonadito perdío, sentado en mi sitio, solo, con la iluminación justa para ver algo, y con dance, trance o como se llame de fondo, al mas puro estilo Trainspoting, sin saber lo que estaba pasando.


La música que se pone cada uno es un mundo, cada cual es libre de elegir caca, o de oír las sutilezas que yo oigo, pero a mi lo que me parece interesante es como se comporta cada uno cuando se pone a oír música.
Están los que pasan inadvertidos, con su MP3, tranquilitos, con su música compartida... Los que se ponen la música a todo trapo y tienes que aguantar sus gustos musicales (normalmente Heavy Metal, debe ser que no se puede oír esa música un poco baja, tiene que estar a toda ostia). Luego están los que mueven un poco el pie al ritmo de la canción... y ya los bizarros, entre los que me incluyo, a saber, los que bailan encima de la silla, y lo que es peor, los que cantan!!!
Si, más de una vez me he sorprendido a mi mismo haciendo extraños movimientos encima de la silla, o aporreando la mesa en plan batería de rock, cosa que no creo que le guste mucho a los que te rodean. Y aquí en mi minúscula oficina nueva, alguna que otra vez, en momentos de puro estrés, me he arrancado a cantar éxitos de ayer y hoy como son...

"Rumberaaaaaaaaaaaa, rumberaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, rumberaaaaaaaaaaaaaaaaa, vamos a bailaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaar" si, el baile del gorila ¿QUE PASA?...

Lo peor de todo es que no necesito música para cantar, me arranco solo, sin ayuda.

Y lo que es aun peor, alguna que otra vez, me ha hecho los coros el jefe, con lo que la oficina se transforma es un pseudo Gran Hermano mezclado con Fama a Bailar y un poco de OT que transforman la oficina en una jaula de grillos (grillados, diría yo), que debemos tener a los de las oficinas de al lado buscando en la guía telefónica loqueros o algo por el estilo.

lunes, 4 de agosto de 2008

Los viernes en la oficina

Un día entre semana en la oficina ofrece miles de atractivos, de hecho es lo que intento explicaros en este blog, pero hay un día, en el que parece que las reglas no escritas que toda oficina tiene, cambian. Además como es lunes y estoy asqueado, aprovecharé para hablaros de…los viernes.

Ya de por si, en la mayoría de las oficinas los viernes se sale antes, pero no es ahí a donde quiero llegar, se ven alterados más factores, veamos algunos ejemplos.

  • Los tiempos que te tomas en la máquina de café son mayores, tienes que contar a todos lo bien que te lo vas a pasar el fin de semana y los millones de cosas que vas a hacer, intentado siempre quedar como el más interesante (esto por defecto, la oficina es una jungla!!).

- Pues yo me voy a ir a un picnic

- Pues yo a la playa, viaje relámpago…

- Hummm, pues yo, hummm, pues yo me voy con dos amigas que...

- Que amigas ni que amigas, tu no tienes amigas!!

Clásica conversación de máquina de café, subida de tono debido a la acumulación de estrés durante la semana (una hora de oficina también es suficiente para acumular estrés).

  • Los corbatas, los corbatas se transforman en los pololos.

Por qué demonios los viernes puedes permitirte el lujo de no llevar traje? es una pregunta que me he hecho desde siempre y que ruego alguien me conteste. Además, nunca te terminas de acostumbrar a ver a tus jefes sin el traje, es como parte de ellos. Tu jefe es un tío odioso con traje, no lleva nada debajo, es como un muñeco que solo lleva esa ropa. Y de repente, aparecen con el polo y el pantalón de pinzas. Yo a eso lo llamo el traje de los viernes. Todos vestidos igual. Los ves nada más llegar y dices, joder se van de fiesta o que pasa? aaaaah, que es viernes.

Yo como siempre voy hecho un guarro (de hecho hoy llevo unas pintas de surfero venido a menos que madre mía…), los viernes voy igual, lo que pasa es que para seguir un poco con la onda de todo el mundo, pues me saco un poco la camisa por fuera o llevo los pantalones un poco mas caídos para que se me vena los calzoncillos comprados en el rastrillo.

  • La mayoría de la gente va a desayunar fuera de la oficina, siempre bajo la excusa de "Es viernes...". Además, se come más, como que se tiene más hambre, yo diría que es gula, pero… por qué los viernes?
  • La probabilidad de que algún compañero tuyo, o tú mismo dependiendo de lo espabilado que seas, de ponerse malo se incrementa en un 200%. Suelen ser enfermedades tropicales que normalmente tus jefes desconocen. Yo un día pille Steritis... Extrañamente el lunes estas perfecto, debido a que te has pasado el fin de semana en la cama. El rojo de tu piel es debido a una reaccion alergica.
  • No hay reuniones, a no ser que ocurra algo extremadamente urgente (realmente, nunca pasa algo realmente urgente para un masilla, los temas que ocurren en una oficina son muuuuyyyy banales). Siempre es… el lunes nos reunimos… Debe ser porque los jefes piensan que en los fines de semana debido a la juerga y a la increíble ingesta de alcohol todo lo hablado en la reunión del viernes se olvidará, y que razón tienen!!

Jooo, que bajón me ha entrado, lo tenia que haber escrito el viernes…

martes, 29 de julio de 2008

Los correos internos.

Ya puede ser una oficina gigantesca, o súper pequeña (como es actualmente la mía), que existen y existirán siempre, el mejor de los entretenimientos (junto con Internet claro), los correos internos.

Hay calma en la oficina, suena el clásico teléfono de fondo, del que hablaré en un futuro, los cuchicheos de los jefazos y las risas de superioridad de mis archienemigos los corbatas.

De repente una risa al fondo, se forma un grupito, al poco tiempo risas al otro lado de la oficina.

Tu te incorporas un poco sobre el monitor de tu puesto, entornas los ojos, lo que se conoce como la mirada del águila de oficina (esa mirada que solo tiene quien ha estado en Vietnam, o ha trabajado en una oficina de tamaño considerable), ya sabes lo que esta pasando… correo interno!!!

Entonces llega el momento en el que el tiempo se para, no existe otra cosa en este mundo, tu y tu correo de empresa, refrescas cada 5 segundos en espera del mensajito al cual odias en épocas de mucho trabajo, pero ahora, justo en ese momento deseas que aparezca por encima de todas las cosas.

F5, hummmm, F5, aahhh, que pasa?? No me funciona o que?? Pruebas con el botón derecho, refrescar… aaaaahhh, y de repente, Tiene un nuevo correo en su bandeja de entrada. No debe existir droga más buena.

Te relames, te rascas la cara de nervios y lo abres… creo que en tu cara aparece un brillo parecido al que se le pone a John Travolta en Pulp Fiction cuando abre el maletín de Marcellus, ahí esta tu correo…

Existen varios tipos de correos de empresa:

· Los internos, es decir, los que te cuentan como va la empresa y lo guapos, buenos y lo bien que huelen los jefes. No se por qué mandan estos correos a los masillas (trabajador estándar), en serio existe alguien al cual le interesen las acciones de la empresa? o si ha absorbido a no se que…? págame a fin de mes, lo demás no me importa!!

· Los internos pero con chicha. Estos son internos, pero en lo que se describe como se ha animado a irse a uno de los jefazos. Estos te ponen una sonrisa en la cara, pero normalmente esa información ya la habías recibido vía cuchicheo, soplo en los servicios o notita en el comedor.

· Los de empleados. Estos son los mejores sin duda, lo que estas pidiendo cada mañana nada más llegar. Normalmente, mierda de Internet (que no digo que este mal), pero a veces, aaay a veces son videos o fotos de empleados en estados lamentables, o lo que es mejor, fotos de jefes de hace años, las cuales son tratadas con mucho amor con el Paint y vueltas a mandar, por lo que el aluvión de correos ese día es brutal. Este tipo de correos se incrementa de forma exponencial en época de navidades.

Normalmente, hay grupos en la oficina, pero de manera excepcional, algunos correos son enviados de manera indiscriminada, ya seas jefe, masilla, de recursos humanos o el segurata de la puerta. Esos son los días en los que los grupitos y las risitas se incrementan en los pasillos.

- Has visto el…

- Sisi jajajaja, es el de la tercera planta no?

- Si ese ese jajaja

Y te vas para la máquina del café…

- Pues yo tengo uno que ahora os lo mando

- Sisisi jajajaja

Corres a recursos humanos con cualquier excusa barata…

- Pues la nómina del mes pasado… hummm, has visto el correo??

- Claro jajajajaja, pues resulta que ese tio…

- Sisisisisi jajajajaja

Aclarar que el del sisisi soy yo que me gusta mucho de decirlo.

Como niños pequeños, si, pero joder, que divertido es madre mía!!

Humm, ahora que me acuerdo, hace ya un rato que no refresco el correo

lunes, 28 de julio de 2008

La primera vez duele

Bien, este es el inicio de este blog,

día caluroso, menos mal que aquí en la oficina tenemos al señor aire acondicionado, excusa perfecta para esos días en los que no te apetece trabajar, y dices que has pillado un resfriado por que estaba muy alto.

¿Estoy hablando del aire acondicionado? Ya me vale. Bueno, desde este pequeño y escondido blog del mundo os contaré historias vividas, que están por vivir, mitos y leyendas de este increíble mundo de las oficinas. A los que hayáis trabajado en una, o lo hagáis ahora os hará recordar las miles de historias que habréis vivido. A los que no hayan trabajado nunca en una, les dará una visión espero divertida, de las miles de historias que ocurren en un día cualquiera en una oficina.

Un saludo a todos.