jueves, 11 de septiembre de 2008

Ofimusic

Para gustos los colores, y también la música desde luego.

En la oficina hay dos vertientes... la música de ambiente, y la música que se pone cada uno en su mesa.

La música de ambiente suele ser una maldita grabación con unas cuantas canciones, normalmente música clásica, que se repiten una y otra vez. Debe ser para que las ovejitas estén tranquilas y hagan su trabajo. Yo siempre lo he odiado, me recuerda la sala de espera de mi dentista, solo me trae recuerdos de dolor y espanto... vaya! como la propia oficina!!!
En mi anterior curro, en las oficinas antiguas tenían puesto jazz, suave y a buen volumen. Me hacía mucha gracia cuando de repente aparecía la voz del segurata con su ya mítica frase... "La policía se encuentra en los aledaños del edificio haciendo su trabajo" jajajajaja, me moría de la risa por muchas veces que la oyera. Parece como que venían los SWAT a hacer arrestos o algo por el estilo, y tan solo lo que hacían era poner multas a los coches mal aparcados, con lo que de vez en cuando veías nerviosismo y alguna carrera.
Recuerdo mi primer día de trabajo, llegue súper pronto, como unos 25 minutos antes de la "hora oficial", no había ni segurata ni recepcionista en la entrada, el edificio estaba oscuro y de música de fondo nada más y nada menos que Máxima FM a toda pastilla. Deliciosa música machaca a todo volumen, amenizada con llamadas de algún que otro chaval o chavala contando sus aventuras con las pastillas y los coches tuneados del fin de semana anterior. Y allí estaba yo, acojonadito perdío, sentado en mi sitio, solo, con la iluminación justa para ver algo, y con dance, trance o como se llame de fondo, al mas puro estilo Trainspoting, sin saber lo que estaba pasando.


La música que se pone cada uno es un mundo, cada cual es libre de elegir caca, o de oír las sutilezas que yo oigo, pero a mi lo que me parece interesante es como se comporta cada uno cuando se pone a oír música.
Están los que pasan inadvertidos, con su MP3, tranquilitos, con su música compartida... Los que se ponen la música a todo trapo y tienes que aguantar sus gustos musicales (normalmente Heavy Metal, debe ser que no se puede oír esa música un poco baja, tiene que estar a toda ostia). Luego están los que mueven un poco el pie al ritmo de la canción... y ya los bizarros, entre los que me incluyo, a saber, los que bailan encima de la silla, y lo que es peor, los que cantan!!!
Si, más de una vez me he sorprendido a mi mismo haciendo extraños movimientos encima de la silla, o aporreando la mesa en plan batería de rock, cosa que no creo que le guste mucho a los que te rodean. Y aquí en mi minúscula oficina nueva, alguna que otra vez, en momentos de puro estrés, me he arrancado a cantar éxitos de ayer y hoy como son...

"Rumberaaaaaaaaaaaa, rumberaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, rumberaaaaaaaaaaaaaaaaa, vamos a bailaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaar" si, el baile del gorila ¿QUE PASA?...

Lo peor de todo es que no necesito música para cantar, me arranco solo, sin ayuda.

Y lo que es aun peor, alguna que otra vez, me ha hecho los coros el jefe, con lo que la oficina se transforma es un pseudo Gran Hermano mezclado con Fama a Bailar y un poco de OT que transforman la oficina en una jaula de grillos (grillados, diría yo), que debemos tener a los de las oficinas de al lado buscando en la guía telefónica loqueros o algo por el estilo.

2 comentarios:

madgirrrl dijo...

Ofimusic dice, jaja

la verdad es que me hace muxa gracia ver como la gente se porta tambien en su mundito mp3 por los metros, calles y por dnd sea...

me acuerdo tambien de los dias en que llebavamos los walkmans rojos enormes con auriculares increibles y nuestra cinta preferida...


tu, oyendo trance?? o algo estilo Trainspotting???

no no no nooo t creo!!!!!
jajaja

mas te vale un Maceo Parker anda!!!!

Homerkard dijo...

"...Si, más de una vez me he sorprendido a mi mismo haciendo extraños movimientos encima de la silla, o aporreando la mesa en plan batería de rock, cosa que no creo que le guste mucho a los que te rodean."

Puedo dar fe de ello. Te lo perdoné cuando hereré el sillón para el móvil, pero claro fue tu último día de curro, hasta entonces sólo te odiaba, ;-).
Gracias por los Lost Acapulco, Martha & the Vandellas y sobretodo los The Budos Band.